Miedo me da dolerte,
Aun cuidando mis actitudes,
Tus escudos son muy sensibles,
Aunque pise con cuidado,
Temo lastimar tu confianza,
Pues tu amor es de porcelana,
Y tú cariño como cristal fino.
No puedo decirte que no,
A veces no debo decir que si,
En ocasiones no debo callar,
Y otras necesito a fuerza insistir,
La formula de Einstein,
A tu lado es demasiada sencillez,
Pues no encuentro la forma,
Para hacerte feliz de una vez.
Sonríes y todo parece correcto,
Un segundo después todo se desvanece,
Y las lágrimas aparecen mágicamente,
Porque el aire movió uno de tus cabellos,
Y yo no hice nada para detenerlo.
No hay manera de pensar correcta,
A veces darte una caricia es hermoso,
Y en otra ocasión es para ti una molestia,
Alejarme parece una buena idea,
Pero al hacerlo tu vida me llevaría,
Y quedarme peor a veces pareciera.
A Dios le pregunto si esto es así,
¿Por que la mujer tan complicada es?
O yo soy demasiado simple,
Que no logro captar de donde saliste,
De una fusión nuclear extrema,
O de la mano de un ser increíble,
Lo único innegable es que
Aunque no entienda nada, sin ti, la vida no valdría la pena.